Yingo en semana santa


Se viene semana santa y con ello un santo descanso; mientras tanto, la gente se prepara para disfrutar del típico panorama televisivo de estos días en donde escasea el sol: Jesús de Nazareth ¿Será que todo el mundo la ve para estas fechas? Yo por mi parte, menos perezoso, hago el ejercicio de pasar un fin de semana distinto.

Comienzo a sumergirme de a poco en lo que llamaría la vorágine de la tv chilensis. Llego a Chilevisión y decido permanecer ahí más que un segundo. Yingo es la propuesta, algo como Mekano pero aún más chabacano, con más tongos, con más luces, con más cahuines, con mucho pero mucho exhibicionismo

Y es que por DOS HORAS Y MEDIA me encontré con lo más granado de la farándula criolla. Personajes como Karol Dance, Hardcorito, Gallina, El Gringo…llenan la pantalla de biotipos juveniles, los que en realidad me han llevado a valorar mi infancia junto a extra-jóvenes, tal vez un poco más recatada.


No sólo me resulta desagradable la exacerbación del empelotamiento, o sea –digamosló- no hay nada de malo en que guapas chicas se paseen en bikini por nuestras pantallas; pero creo que hay cuestiones de principios, partiendo por el horario de 6 y media de la tarde en donde millones de escolares ven t.v mientras toman once, y en donde sus púberes cerebros no diferenciarán entre ser una modelais o una cabaretera.

Para nadie es un misterio lo que hoy manifiesto, sólo deseo plantear mi inquietud en una fecha tan importante para los católicos, y es que acaso ¿tendremos el privilegio de presenciar a las modelais vestidas o mejor dicho, desvestidas con insinuantes trajes de conejita? Yo creo que un mínimo de respeto no vendría nada de mal, no es que sea moralista, pero pienso en la salida de la pubertad de muchos adolescentes, y sinceramente, creo que esta semana no es propicia para el encantamiento con el propio cuerpo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Qué es una modeláis? He visto un par de veces el programa y no puede dejar de llamar mi atención cómo pueden existir mujeres que se presten para ser constantemente denigradas en televisión.

Por otro lado, son capaces de mostrar hasta su vida más íntima con tal de aparecer no dos minutos, sino dos horas diarias.